sábado, junio 09, 2007

Comunicado oficial

martes, marzo 21, 2006

El Poeta

(Extraído de El mundo según Dada)

Dios creó un mundo perfecto. La medida de esta perfección está dada, por supuesto, por la medida de los propósitos divinos; es decir, el mundo creado por Dios no es perfecto porque sea el mejor de todos los mundos posibles e imposibles, sino porque dicho mundo funciona de la exacta manera que quiso su creador.
¡Ah, no! salta uno de mis demonios. A veces ese mundo se sale de los planes y agarra su propio rumbo, vaya uno a saber por qué motivos azarosos e impredecibles que no vienen al caso.
Correcto. es cierto; en ocasiones sucede que el mundo planificado por Dios se escapa de sus controles férreos y todopoderosos. Y el mundo, entonces, queda librado a su suerte y pierde el improbable y dudoso sentido que quiso imprimirle su creador.

Dios, además, creó ese mundo bello, hermoso, deslumbrante, misterioso y provocativo. A veces con raptos de inspiración clara, sublime y despejada, a veces con inspiración sombría y somnolienta: así dio origen a toda la gama de bellezas divinas, desde las mujeres hasta los buitres, y desde los buitres hasta las mujeres.

Así, me atrevería a decir que Dios es un creador por definición. Y como todo creador, ama a su obra, y como todo amante, es celoso, y no tolera que nadie toque, transforme o arruine su obra. Pero además, Dios es Dios, por algo es quien es y por ende no es un creador cualquiera. Y como tiene el poder para hacer lo que se le cante, es el amo del universo (mitad porque es omnipotente y mitad porque él lo creó). Y como tal, sus deseos y caprichos son órdenes para todas sus creaciones.
Y ahí están las reglas, llamadas mandamientos, y las infracciones, llamadas pecados, y el castigo, llamado infierno. En realidad, a Dios no le importa mucho que un humano mate a otro humano o a cualquier otra bestia (llámese teólogo o cantante de cumbia), ni que entre ellos se roben, o se mientan, o se deseen, o se duerman. esas nimiedades no merecen mucho más que un tironcito de orejas, un padrenuestro o un ayuno, y ya está, perdonados y a otra cosa.
Por el contrario, hay un pecado que ciertamente Dios no tolera y que merece el castigo divino con todo el peso de la ley celestial, y es porque se trata (a diferencia del resto) de un pecado que va contra Dios y lo toca en su ego. Me refiero, claro está, a la blasfemia.

Dios es un buen tipo, es santo, bueno, justo y todas esas cualidades que gustan endilgarle los espíritus que hace mucho no calman sus pasiones adecuadamente, pero tiene un límite. Como el creador orgulloso y omnipotente que es reacciona con furia (quizás escondiendo un oscuro temor) contra quien intenta ponerse en su lugar.
Y de entre todas las criaturas que salieron de sus manos, hay una cuyo propósito en la vida es emular a Dios y hacer lo mismo que él hace: el poeta.
Esta criatura desgraciada crea mundos perfectos y hermosos, de los cuales es amo y señor (y los cuales a veces, y más a menudo de lo que sospechamos, también se le van de las manos); y los crea según su gusto y antojo, porque nadie le pone reglas y porque no tiene más límite que su imaginación y su propia capacidad de crear.
Semejante afrenta al orgullo de Dios, tan terrible blasfemia, no puede quedar impune, y es así que Dios castiga al poeta mandándolo al Infierno, por poeta y por su pecado. El pecado de crear.
No hay salvación para los poetas. Todos se van al Infierno. Y cuanto más hermosa, deslumbrante, excelsa y sublime sea su creación, más intensa será la furia divina, más ardientes serán los fuegos eternos. Ese es el destino y la maldición de todo poeta; porque no hay poeta que no esté maldito.

lunes, marzo 20, 2006

La Verdad

El Universo es música.
Todo está formado por átomos.
Materia pensante, estás formada por átomos.
Y ahí adentro,
las partículas se mueven, en caos aparente,
y donde hay movimiento hay sonido,
y donde hay sonido
hay música.
El Universo es música.

lunes, marzo 13, 2006

Aguante Occidente

Como no podía ser de otra manera, este servidor siente la necesidad de pronunciarse en este tema tan crucial para los destinos del maltrecho mundo en el que cohabitamos. Así que haré lo único que puedo hacer: más leña al fuego.



(Ya casi puedo ver la embajada uruguaya volando por los aires de Arabia Saudita)

Próximamente:

Las aventuras eróticas de Mahoma

martes, febrero 21, 2006

Nada

Es una pregunta retórica, tarado